¿Cuándo apareció el packaging en la historia?
Si queremos ser completamente exactos a la hora de comenzar nuestra historia del packaging, tenemos que remontarnos a hace casi 10.000 años.
El Paleolítico fue la era que vio nacer los envases; el ser humano había evolucionado y ya era sedentario. Este aspecto hizo que comenzase a necesitar una forma de almacenar y contener alimentos, como agua y comida. Para ello, creó los primeros ‘recipientes’ o envases: utilizó materiales provenientes de la naturaleza y los animales (pieles y vejigas). Puede que hoy en día no lo pensemos porque está muy asimilado en la sociedad, pero la función principal del packaging, cuando se creó, era simplemente preservar alimentos y bebidas y ayudarnos a transportarlos, protegiendo el producto. Tras el uso de pieles aparecieron los canastos, con una forma más cercana a los envases que usamos hoy en día, los precursores de las cestas.
Sin embargo, lo que dio lugar al packaging propiamente dicho fue, cómo no, el vino. Su producción comenzó alrededor del año 5.000 A.C. Griegos y romanos, entre otras culturas, empezaron a exportar y comercializar materias primeras, por lo que necesitaban utilizar una ‘caja de cartón’ del mundo antiguo: el ánfora de arcilla. Su económica fabricación y su resistencia las convertían en perfectas para comercializar esta bebida obtenida de la uva.
